Nunca es suficiente decir que los empleados son el mayor activo de una empresa. Tener personal habilidoso y capacitado para ejercer sus labores ayuda a mantener la organización en un alto nivel, incrementar su producción y mejorar la rentabilidad.
La capacitación y educación de los trabajadores debe ser, por lo tanto, uno de los principales aspectos en los que las empresas deben centrar sus esfuerzos durante la relación laboral.
Un empleado educado tiende a internalizar sus conocimientos y a actuar más por cuenta propia a la hora de ejecutar su jornada. La capacitación es la manera para saber qué hacer o cómo hacer las asignaciones que tiene.
A la hora de capacitar, el comportamiento del trabajador está marcado por la influencia de su ambiente y entorno, según expertos. En tanto que cuando se educa, ese comportamiento está sustentado en sus propias convicciones.
Un trabajador educado y capacitado es menos resistente a los cambios, por cuanto entiende las razones por las cuales estos deben ejecutarse. Además, en muchos casos, son los primeros en sugerir hacer cualquier giro en la faena, haciendo previsiones sobre cuál pueda ser el resultado final.
Por eso, es importante que todos los empleados de una empresa estén al día con las nuevas tendencias, tecnología y giros que dan los mercados, a fin de enfocarse hacia eso. Es necesario que se analicen los escenarios, se identifiquen los posibles problemas, y se busque una manera de solucionarlos en el menor tiempo posible para que eso no afecte la producción.
La educación y la capacitación deben ir de la mano. Ambos tienen como denominador común impartir conocimientos, habilidades y conductas. El objetivo de la educación es enseñar, que la persona aprenda. El de la capacitación es que mejore esos conocimientos y su productividad.
Las empresas buscan que los cambios se den de una manera más efectiva y pronta, por lo que, en la mayoría de los casos, los trabajadores llegan con los conocimientos académicos, pero se capacitan en el ambiente laboral, debido a que todo es cúmulo que aprendieron, por ejemplo, en la universidad, deben aplicarlo a un campo específico.
Cuando se combinan educación y capacitación, las organizaciones obtienen un mejor desempeño y rentabilidad. Las empresas deben ver la inversión en capacitación del personal como una de las mejores inversiones.
En Alimentación Balanceada Alibal, empresa presididas por David Somoza Mosquera, constantemente se imparten cursos dedicados a mejorar y a formar al personal en áreas como seguridad, liderazgo empresarial y otras áreas fundamentales para su funcionamiento.
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