Intuición, pasión, ganas, una idea, son algunas de las palabras que empresarios mencionan cuando cuentan cómo comenzaron sus negocios. Sin embargo, siempre está presente una pregunta: ¿cuál es el mejor momento para iniciar un negocio? La respuesta generalizada es “ahora”, es decir, no dejarlo para después.
Por su puesto que no se trata de lanzarse a una piscina vacía. Por ello, la decisión de emprender un negocio requerirá un estudio previo de los posibles riesgos y las condiciones del mercado.
En el mundo de los negocios no existen fórmulas para ese "momento ideal" de arrancar un emprendimiento. Algunos piensan en trabajar un tiempo primero para reunir el capital, otros se preparan con conocimiento y los demás, al surgirles la idea, lo dejan como materia pendiente. Sin embargo, este último grupo, según especialistas, difícilmente concretará su idea.
La edad tampoco es una regla y aunque la tendencia mundial promedio es más de 40 años, existen ejemplos de "jovencitos" fundadores de empresas muy exitosas.
Además, empezar un negocio en medio de una crisis económica no parece ser una limitante. La revista Fortune, en una lista de las principales 500 empresas del mundo, señala que la mitad de esas compañías surgieron cuando la economía estaba en recesión. Es el caso de HP, que se fundó en la depresión de 1935, Microsoft y Fedex en la de 1973 y VPS en el "pánico" de 1997.
La razón es que las crisis económicas son cíclicas, por lo cual una empresa consolidada o a fundarse no escapa de transitar, en algún momento, por una o varias. Así que lo importante es que estén preparadas para afrontar esas dificultades
Otro de los puntos a considerar es el referido a los recursos para emprender un negocio. Hay quienes sostienen que para crear una empresa sólida se debe contar con el capital necesario y el conocimiento requerido para sacarla adelante. Y si bien esto podría ayudar a enfrentar los obstáculos que se vayan presentando y las dificultades que trae consigo el emprendimiento, no es garantía absoluta de que vaya a resultar.
Lo expuesto anteriormente se ratifica con lo que ha estado ocurriendo durante la pandemia del COVID-19, en la que han surgido muchos pequeños emprendimientos novedosos y exitosos y que están en plena expansión.
Así que al momento de comenzar un emprendimiento hay un aspecto que definitivamente no se debe perder de vista y que va más allá del eterno debate de cuándo es el mejor momento para hacerlo. Lo fundamental es construir un negocio lo mejor que se pueda para que progrese en buenos y malos tiempos.
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