Así como las empresas, también los empleados tienen que cambiar el chip porque el regreso a la nueva realidad no será la misma ni sencilla. En aquellas compañías que pudieron mantener su actividad activa durante todos estos meses de pandemia, no será tan engorroso. Pero las que tuvieron que cambiar parámetros, procesos, frenar las contrataciones y tantas otras tácticas para mantener la operatividad, entonces sí hay que tener más paciencia.
¿Qué pueden hacer los trabajadores para que la realidad no los sorprenda? Hay varias recomendaciones que a lo largo de este tiempo han hecho expertos en la materia para estar, no solo alerta, sino preparados ante un eventual nuevo cambio de realidad.
Mantener la hoja de vida al día. Y al día no significa solo tenerlo actualizado, sino acorde a lo que le tocó enfrentar durante este tiempo. Si en la cuarentena se ganaron nuevas habilidades, hay que destacarla. Si el teletrabajo fue una opción válida y que funcionó, también.
Los expertos recomiendan que cualquier otra habilidad que no se haya mejorado, con respecto al último currículum realizado, es mejor omitirla y no dejarla “a medias”. El aprendizaje de un idioma, por ejemplo, es lo más común.
Si ese resumen está lleno de puestos de trabajos anteriores con horarios determinados, competencias abiertas y posibilidades infinitas es la hora de concretarlos. La flexibilización horaria si está considerada por el aspirante al puesto de trabajo, debe estar considerada y bien especificada dentro de la solicitud.
También lo deben estar las aspiraciones salariales. No sirve de nada poner una cifra astronómica, imposible de cumplir por la empresa, para que, aun siendo un personal calificado, se dé la oportunidad de rechazar.
Hay que delimitar las funciones del puesto de trabajo. Desde la primera entrevista hay que comunicar al reclutador cuáles son las competencias, inherentes al cargo, que se está dispuesto a hacer y cuáles no. Esto evitará problemas futuros.
Especialistas también resaltan la importancia de mantenerse actualizado, no solo en lo que se refiere al currículum, sino también en la mentalidad y la actitud hacia el trabajo. No hay que perder de vista lo complicado que ha sido esta situación de pandemia para todos los sectores económicos. Habrá unos que la pudieron sortear mejor que otros, pero a afectó a todos y de eso se debe estar consciente.
Igualmente es fundamental utilizar más las redes sociales, que fueron de los sectores que más crecieron durante el confinamiento. No solo porque la gente tuvo más oportunidad de dedicarse a ellas, sino que se convirtieron en una alternativa empresarial para que la actividad productiva se mantuviera.
“Vender” las habilidades para el trabajo también es un arte. LinkedIn es la red por excelencia para mantenerse actualizado en el mercado laboral. Aprender a utilizarla, a usar sus herramientas y sacarle provecho es algo que los trabajadores deberían aprender.
Referencias
https://www.educaweb.com/
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