La gestión de Responsabilidad Social Empresarial tiene en las organizaciones no gubernamentales un aliado para alcanzar los objetivos de una mejor relación con su entorno. Las ONG cubren prácticamente todos los campos sociales, por lo que pueden alcanzar un buen maridaje con las compañías.
Para que las colaboraciones entre las ONG y las empresas alcancen el éxito se requieren conocimiento, respeto mutuo, coherencia, profesionalidad, rigor de los objetivos compartidos, transparencia y copropiedad de la alianza.
Muchas veces se piensa que la colaboración de la empresa con la ONG es solo económica. Ciertamente en muchos casos el apoyo empresarial implica un financiamiento, pero esta vía no excluye otras aristas como aporte de equipos informáticos, educativos y deportivos, alimentos y servicios, entre otros.
Una colaboración empresarial que las ONG estiman mucho es el aporte de su personal en el voluntariado para alcanzar objetivos en pro de la sociedad/comunidad y de mejorar el medio ambiente.
La alianza con las ONG representa para las empresas proyectar su imagen y reputación corporativa ante la sociedad, lo cual beneficia al posicionamiento de la marca y una mayor productividad interna, sobre todo cuando el personal participa en el proyecto o programa sociales.
Además, las compañías y las ONG suman esfuerzos y ganan una eficiencia sostenida en el tiempo. Asimismo, se mejora la calidad de la intervención social mediante competencias complementarias.
La cooperación institucional también genera innovación social y capacidad emprendedora con el desarrollo de nuevos productos y servicios que aportan valor social y ayudan a mejorar o superar problemas en la comunidad y en la sociedad.
Por ejemplo, Purolomo y su casa matriz Alimentación Balanceada Alibal, presidida por David Somoza Mosquera, realiza programas para fortalecer los valores de la comunidad, apoyo al deporte y la educación dentro de su gestión de Responsabilidad Social Empresarial.
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