La gestión correcta de una empresa debe estar regida por prácticas y políticas acordes con principios y valores que forman el código de ética de la organización.
Desde la década de 1960, la ética se ha convertido en eje de conducción de los negocios de las empresas, concientizadas de la necesidad de una conexión de confianza con sus proveedores y consumidores.
Con el pasar del tiempo, las compañías han comprobado que actuar éticamente no colida con la aspiración de todo negocio - sin importar su tamaño- de cerrar en negro sus resultados operativos, productivos y económicos.
Es así como los principios éticos de las compañías -sin dejar de lado los objetivos corporativos del crecimiento y del éxito- se basan en pautas sobre el comportamiento empresarial interno y el trato con socios y consumidores.
En este sentido, la ética empresarial garantiza que el consumidor reciba un trato y una consideración justos mediante la creación de un nivel de confianza estrecho entre la empresa y su cliente.
Este tipo de conducta debe ejercerse todo el tiempo porque está estrechamente relacionada con los valores y características que la empresa y su personal desean proyectar.
Los ejecutivos y líderes de compañías éticas son cabales y honestos en todas sus transacciones además de mostrar conductas no excluyentes de género, condición social o religión acompañadas de la tolerancia y el respeto por la diversidad.
El valor personal e integridad de los ejecutivos éticos se demuestra en sus convicciones de hacer lo correcto, incluso bajo presión.
La conducción bajo la ética empresarial apuntala el éxito y mantenimiento de la empresa a largo plazo, colocando los negocios en línea con la filosofía de gestión y cultura organizacional de la empresa.
Otro beneficio de la ética empresarial es que permite crear un ambiente armonioso con un personal dispuesto a apoyarse entre sí y trabajar juntos de forma coherente. En esta dirección deben ir todos los integrantes de la organización conscientes de su responsabilidad social y con los clientes.
Purolomo, cuya casa matriz Alimentación Balanceada Alibal, realiza prácticas de responsabilidad social empresarial dentro de la gestión ética que permite a los negocios actuar de forma práctica con su entorno, trabajadores, clientes y el medio ambiente.
En conclusión, la ética empresarial es sinónimo de buena imagen para la compañía.
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