La información y sus repercusiones en los negocios son de vital importancia para las empresas, por lo que la inteligencia corporativa juega un rol protagónico.
La inteligencia corporativa, también denominada inteligencia de negocios, se define como una serie de técnicas cuya función principal es aportar datos para la toma de decisiones oportunas de las compañías.
Esto lo debe realizar la empresa como un solo órgano, en el que las partes (departamentos y directiva) se interrelacionan entre sí.
Tradicionalmente, esa inteligencia era materia exclusiva de los directivos de las compañías, que confiaban en sus condiciones individuales de intuición y percepción de los negocios. Sin embargo, existía la posibilidad de incurrir en errores.
En la actualidad, la información dejó de tener dueño con la era digital de Internet y el Big Data, mediante los cuales cualquier empresa analítica se puede convertir en un experto global de referencia. El avance tecnológico da acceso instantáneo y de facto de cuantiosos datos muy beneficiosos y fundamentales para las compañías.
Este análisis, luego de recopilar y organizar los datos, es la base de la inteligencia corporativa, cuya finalidad es que la empresa pueda ver con anticipación y prevenir posibles amenazas y riesgos para los negocios, así como adoptar las decisiones más convenientes.
De manera que la inteligencia de negocios analiza las amenazas potenciales y reales que se le presenten a la empresa a corto y largo plazo y ofrece soluciones integrales.
Dado que cada compañía tiene sus propias características, en la inteligencia corporativa hay diferentes herramientas a adoptar por la organización según sus requerimientos específicos.
Entre las técnicas más habituales utilizadas en la inteligencia corporativa está la investigación previa, la cual permite conocer globalmente la situación a enfrentar y la mejor manera de solucionarla.
Otra técnica son los informes -ya sea predefinidos o la medida- que permiten organizar la información y presentarla de manera tal que la directiva de la empresa pueda proceder a su evaluación y actuar en consecuencia.
El análisis es otra técnica, la cual consiste en realizar primero un estudio previo para extraer conclusiones numéricas que después son utilizadas en la definición de posibles escenarios futuros.
Esto es esencial para la toma de decisiones de la compañía porque aporta, además de los escenario, la propuesta de soluciones con herramientas como el mapa de riesgo y los cálculos que proporcionan conclusiones de forma gráfica y visual.
Referencias:
https://www.grupoparadell.com/
https://www.icog.es/TyT/index.
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