El sueño de ser el dueño de un negocio propio y que además sea próspero y duradero en el tiempo es algo que nace con la gente. Trabajar para otros, en muchas ocasiones, puede resultar fácil para algunos, ya que no tienen que preocuparse por todo lo que implica levantar una empresa desde cero.
Ahora, la idea de emprender se convierte en una opción para salir de lo que algunos llaman el área de confort. Sin embargo, hay consultores que recomiendan hacerlo luego de haber trabajado en una empresa constituida. Esto, como una manera de no empezar en arenas movedizas, sino seguras del paso que se va a dar. Y más en las condiciones en las que los mercados se encuentran en esta época.
Si se tiene la idea de emprender en un área específica, es bueno conseguir un empleo en una empresa que se dedique a ella. Y, lo mejor, es tratar de imaginarse cómo concretar ese sueño uno solo. A menos de que se disponga de capital o de una sociedad, el emprendedor tiene que hacerse la idea de que, por lo menos al principio, debe encargarse personalmente de todas las tareas que implica una nueva empresa.
Foguearse en el departamento de ventas puede ser una buena idea antes de abrir las puertas de uno propio. El capital y los recursos económicos se van a convertir en la columna vertebral de ese proyecto naciente. Por eso, debe ser el dueño de la idea quien dé ese paso, buscando cuáles son las mejores opciones para captar recursos, cómo invertirlos y, además, cómo vender su emprendimiento.
Esa presentación será fundamental para ir dándole forma a aquello que solo se tenía en mente. Y si ya se tiene cierta experticia en cómo negociar, tanto los bienes y servicios como las habilidades para abrirse camino en el mercado, entonces ya se tendrá un buen trecho ganado en la aventura de ser su propio jefe.
Haber trabajado como empleado, precisamente, da luces sobre cómo tiene que manejarse al personal a cargo. Tratar no solo de no repetir errores, sino de mejorar las relaciones jefe-empleado servirá para cuando ese emprendimiento comience a tomar forma y sea necesario buscar a otra persona para el trabajo.
Lo mismo aplica para cuando ya se tiene toda la estructura armada y es necesario mercadear el producto o la marca del emprendimiento. Hay que buscar estrategias que impacten y que destaquen por sobre la competencia. Por eso, siempre lo primero que se aconseja a la hora de emprender es buscar atacar un mercado donde no haya tantas opciones. Y, si las hay, la idea del nuevo emprendedor sobresalga a ellas.
Referencias
https://www.nextu.com/blog/8-
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