El Project Manager debe tener la capacidad no solo de desarrollar lo que se le encomiende, sino de analizar la viabilidad del mismo, cuál es la mejor manera para ejecutarlo, quiénes son los aliados –económicos y no- que pueden funcionar perfectamente para alcanzar los objetivos y planificar y replanificar si fuese necesario. Asimismo, debe estar abierto a los cambios que pueda conseguirse en la ruta que se trazó y ofrecerles a sus superiores todos los aspectos, negativos y positivos del proyecto a realizar.