El pensamiento crítico es una condición del ser humano. Sin embargo, esta habilidad se ha convertido desde inicios de este milenio en un elemento que agrega valor a las empresas. Este consiste en la capacidad de detectar e identificar problemas y analizarlos de forma racional con la finalidad de hallar las mejores soluciones posibles ante cualquier situación.
Este espíritu crítico ha demostrado ser de gran ayuda en los negocios, al facilitar las respuestas más convenientes frente a situaciones problemáticas. De allí la recomendación de los expertos de que las organizaciones deben estimular ese pensamiento en su gente.
La nueva realidad y los cambios en el mundo de los negocios producto de mercados más competitivos y el avance de la tecnología digital dieron el gran empujón para que el pensamiento crítico se instaure en las compañías.
Si bien no se trata de una materia nueva, el pensamiento crítico sí lo es para las empresas que cada vez valoran más esta condición que enriquece el talento.
Un estudio sobre el impacto en compañías de Estados Unidos y realizado en la primera década de implantación de esta manera de pensar, reveló su posicionamiento en 92,1% de las organizaciones consultadas.
Según el análisis, avalado por el Foro Económico Mundial, 69,6% de las empresas presentaban carencias para explotar esta cualidad. Sin embargo, esta situación ha cambiado totalmente y para muchas el pensamiento crítico se ha convertido en una de las habilidades de talento humano más demandadas en la actualidad.
Ciertamente los problemas se vuelven cada vez más complejos y sus soluciones más difíciles, pero el espíritu crítico permite encontrar innumerables opciones al convertir las dificultades en oportunidades.
Asimismo, ese pensamiento interactúa con otras tendencias actuales del mundo empresarial como la cocreación, la innovación abierta y los equipos multidisciplinarios de trabajo.
Los gerentes y colaboradores con pensamiento crítico son capaces de ver más rápidamente el potencial de las situaciones que afectan al negocio, gracias a sus habilidades deductivas, las cuales permiten ver oportunidades en los obstáculos.
Si bien es una cualidad subjetiva y relacionada con conductas, opiniones y conclusiones a las que llega la persona, la ciencia busca metodologías para medir y cuantificar el pensamiento crítico.
En ese sentido, se utilizan como herramientas los test California Critical Thinking Skills Test, Watson-Glaser Critical Thinking Appraisal y las pruebas de pensamiento crítico de Cornell.
Al final, el propósito es continuar potenciando un pensamiento que contribuya al desarrollo y crecimiento de negocio.
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