Las estrategias corporativas de desempeño tienen un gran auxiliar que optimiza esa área en la metodología Balanced Scorecard (BSC, siglas en inglés).
También llamada cuadro de mando integral, muchas empresas utilizan este método que ha comprobado ser muy eficaz para para optimizar la estrategia de la organización y alcanzar el éxito.
De hecho, según varios estudios especializados, 60% de las empresas de Estados Unidos han incorporado el BSC a sus proyectos de gerencia estratégica con excelentes resultados.
El BSC se fundamenta en un correcto equilibrio y alineación de los elementos operativos y de estrategia global de la empresa. En este último punto, se incluyen la misión o propósito de la empresa, la visión (que se aspira), los valores centrales y los objetivos de la compañía.
Por su parte, los elementos operativos tienen que ver con los indicadores clave o KPI (inductores o resultados) y las iniciativas estratégicas traducidas en proyectos, que ayudan a alcanzar los objetivos.
Una de las ventajas del BSC es que transforma la visión en objetivos medibles, convirtiendo la abstracción en iniciativas estratégicas o plan de acción que podrán ser medidas y ajustadas según las necesidades que se presenten.
Asimismo, la alineación en toda la estrategia corporativa permite que todos los esfuerzos de la empresa estén centrados y en línea hacia la misma búsqueda de cumplimiento de las metas.
Otro beneficio del BSC es que optimiza la comunicación entre miembros de la compañía mediante el mapa estratégico (una representación visual de la estrategia de la empresa, lo cual facilita que todos los gerentes y empleados tengan claridad sobre la visión.
Lo anterior significa que cada persona en la organización podrá transmitir de forma más eficiente el avance de sus labores con relación al cumplimiento de las metas.
Como todo instrumento metodológico, el BSC contiene la fase de seguimiento de las actividades, que se logra de manera mucho más efectiva pues proporciona la certeza de cuáles son las actividades que retrasan el desempeño de la organización.
Un aspecto relevante de esta metodología es que se aplica en todas las áreas de la empresa, especialmente la de auditoría, por ser una herramienta de planificación, gestión y control.
Referencias:
https://gestion.pensemos.com/
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